Infraestructuras

El PP seguirá con la ampliación del puerto de Palma pese al bloqueo de Madrid

Los representantes del Gobierno rechazaron iniciar los estudios para un nuevo plan «alegando razones políticas, no técnicas», critican en Cort

El proyecto de 2020 está liquidado tras gastar casi un millón en informes

Javier Sanz y Toni Ginard, presidente y director de la Autoridad Portuaria respectivamente.  | DM

Javier Sanz y Toni Ginard, presidente y director de la Autoridad Portuaria respectivamente. | DM

La Autoridad Portuaria de Balears (APB)continuará con su plan para ampliar el puerto de Palma pese al bloqueo del Gobierno, expresado por sus representantes en el consejo de administración del pasado miércoles. «No existe ningún plan, de momento solo hay ideas y pensamientos», matizó Javier Sanz, presidente de la APB, en una comparencia pública convocada de urgencia para tratar de clarificar la situación.

Al margen de debates semánticos, de aquel consejo de administración salieron dos certezas. La primera es que el proyecto de reordenación del puerto aprobado en 2020 está liquidado después de haberse invertido cerca de un millón de euros en estudios e informes. La segunda, que no hubo luz verde para aprobar el punto referente a iniciar los estudios para desarrollar un nuevo proyecto por la oposición de los representantes del Gobierno, que lograron un aplazamiento de un mes.

Sanz lo negó. «Nos besaban. Decían que estaban totalmente de acuerdo. Estaban encantados, nos dijeron que lo hagamos cuanto antes», enfatizó el presidente de la APB. «Hubo alguna precaución», concedió Toni Ginard, director de la APB.

Lo cierto es que los representantes de Puertos del Estado anunciaron que no podían votar a favor del punto para iniciar los trabajos para un nuevo proyecto, confirman a este periódico fuentes gubernamentales y del Ayuntamiento de Palma. «Admitieron que su decisión venía motivada por argumentos políticos, no técnicos», explicaron desde el equipo de gobierno de Cort.

Como trasfondo, la batalla política entre el PP, dominador de las instituciones en el archipiélago, y el PSOE, en el Gobierno. En el Consistorio palmesano hay enfado con la actitud del Gobierno. «En abril se presentaron en Madrid las líneas maestras de la futura reordenación y les gustaron mucho. ¿Por qué en el consejo de administración se echaron atrás? Porque el domingo hay elecciones europeas y el PSOE quería un titular», apuntan en Cort. «En todo caso, el plan no existe, y lo que no existe no se puede retirar o aplazar. Por ahora solo tenemos unos ejes que hay que desarrollar», indicaron desde el Consistorio.

El nuevo plan —o como se le quiera llamar— contempla un incremento de superficie de 90.000 metros cuadrados en el dique del Oeste para trasladar allí la industria de reparación y mantenimiento de barcos porque el Moll Vell se ha quedado pequeño. Ese espacio que quedaría libre se destinaría a la creación de una zona para la náutica recreativa y espacios de ocio que podría incluir bares y restaurantes.

Queda saber lo que pasará en el consejo de administración que se celebrará dentro de un mes. Fuentes del Gobierno insisten en que mantendrán su oposición —aunque el PP tiene mayoría para sacarlo adelante y la APB autonomía financiera para costearlo—, mientras que en Cort lo tienen claro: «La realidad es que dirán que sí».

Un incremento de 90.000 metros cuadrados, menos cruceros, náutica recreativa y restaurantes

El futuro plan de reordenación del puerto de Palma incluirá un incremento de la superficie de 90.000 metros cuadrados en el dique del Oeste. Una «ampliación», reconoció ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Javier Sanz. En todo caso, matizó, ese aumento ya estaba contemplado en el proyecto de 2020, aunque localizado en otros espacios del puerto. 

El plan al que la Autoridad Portuaria quiere dar forma pasa trasladar la industria de la reparación y el mantenimiento de barcos al dique del Oeste desde su ubicación actual en el Moll Vell. Ahora es «un polígono de plásticos», en palabras de Sanz, ya que impacta en una zona estratégica del Paseo Marítimo frente a la Catedral.

Ese espacio que quedaría libre se destinará a ocio y náutica recreativa. A falta de desarrollar esta idea, el objetivo es «abrir el puerto» a la ciudad, eliminando las actuales barreras físicas y brindando a los residentes un nuevo espacio que podría incluir bares, restaurantes, un circuito deportivo o una escuela de náutica recreativa. 

Del mismo modo, Sanz anticipó que en el nuevo puerto de Palma habrá menos cruceros, que dejarán más espacio a los ferrys. 

El plan que dará forma a estos ejes estará negro sobre blanco durante este año, aunque la fecha para un inicio de las obras queda todavía muy lejos. La APB estima que costará unos 250 millones de euros. 

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