­Esteban Sánchez es el propietario del restaurante El Último Paraíso, desde cuya terraza ya puede verse el mar puesto que no existen los apartamentos ilegales. Reconoce que la inmensa mayoría de turistas "están encantados" con el cambio. No obstante, él se muestra muy crítico con el proyecto de revegetación de la zona, a cargo del IBANAT. En su opinión, "todos los pinos se están muriendo debido al salitre. ¡Aquí antes sólo había matas!". En esta línea, "resulta vergonzoso el ver como se juega con el dinero de los ciudadanos, ¡es como si tirar piedras al mar, deberían poner los euros de su bolsillo!".

Desde el Govern se prevé que al finalizar 2015 se hayan sembrado 5.000 plantas autóctonas específicas de sistemas dunares. Además de pinos habrá savines y tamarells, romaní mascle, trompera fràgil, trèvol femella, alorens y herba de Sant Ponç.