Lletra menuda

La hora de la verdad para s’Algar

Llorenç Riera

Llorenç Riera

La alcaldesa Soler está a punto de cumplir su promesa. Con una normativa específica para ello en la mano, instalará una barrera en el área municipal de s’Algar para intentar poner coto de una vez por todas a las caravanas, buggies y demás vehículos a motor que campan y se mueven a sus anchas por tan sensible lugar, sin miramientos con el medio natural.

El momento es clave. La ordenanza que sale del ayuntamiento de Felanitx reúne las condiciones para ser un instrumento eficaz, pero casi todo dependerá de la intensidad con que se maneje y de las complicidades y colaboraciones que logre obtener como, por ejemplo, la de Demarcación de Costas.

Por tanto, conviene ser cautos. La cautela es una actitud aconsejable porque, pese a lo dicho, a las denuncias y a las constantes llamadas al respeto, la presión sobre s’Algar sigue siendo muy fuerte. Hay quien mueve las piedras que vetan el paso a los vehículos y por otro lado, la aprobación provisional de la ordenanza que entrará en vigor de forma definitiva dentro de un mes, en vez de efecto disuasorio, parece haber tenido efecto llamada. Es como si se hubiera convocado a destrozar más s’Algar antes de que se pongan más «problemas» para acceder a él. Se buscarán huecos y rendijas para seguir haciéndolo. Frente estas actitudes no cabe más que la mano dura, la sanción y un constante esfuerzo de vigilancia.

Suscríbete para seguir leyendo