Expulsan de Mallorca a dos carteristas profesionales detenidos por numerosos hurtos en autobuses de Palma

Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Policía Local de Palma permitió arrestar el pasado jueves a dos carteristas profesionales rumanos, presuntos autores de una oleada de robos, la mayoría a personas de edad avanzada, en los autobuses de la EMT. En algunos casos llegaron a utilizar las tarjetas de crédito sustraídas para realizar compras. Tras ser puestos a disposición judicial se les impuso una orden de alejamiento de Mallorca, por lo que han sido expulsados de la isla.

La investigación, en la que han colaborado agente de la comisaría de Distrito Centro de la Policía Nacional y la Policía Local de Palma, se inició a mediados de enero, cuando se detectó un enorme incremento en las sustracciones de carteras a usuarios de los autobuses de la EMT. Los agentes solicitaron la colaboración de la empresa de autobuses y sus conductores. Las grabaciones de las cámaras de seguridad permitieron identificar a los dos presuntos carteristas. Se trataba de dos delincuentes profesionales rumanos que residían habitualmente en Barcelona, desde donde se habían desplazado para llevar a cabo una campaña de robos en Palma.

El dispositivo conjunto de Policía Local y Policía Nacional permitió localizar a los dos sospechosos el pasado jueves en el interior de un autobús, en la parada de la Plaza de España. Los dos hombres fueron detenidos y el sábado pasaron a disposición judicial el sábado. El juzgado de guardia les impuso la prohibicion de visitar o residir en Mallorca, lo que supuso su expulsión inmediata de la isla mientras se instruye el proceso judicial.

Los investigadores de la Policía consideran que se trata de dos delincuentes especializados en la sustracción de carteras que trabajan de forma coordinada. Uno actúa como "pantalla", colocándose delante de la victima e impidiendo que los otros pasajeros se percaten del robo. Mientras tanto, su cómplice utiliza el método conocido como una "muleta": lleva una chaqueta colgada del brazo, lo que le permite meter la mano disimuladamente en el bolsillo o bolso de la víctima para quitarle la cartera.

La Policía imputa a los dos sospechosos al menos 32 hurtos de carteras durante el último mes, y el uso fraudulento de tres de las tarjetas de crédito robadas, por lo que además se les imputa tres delitos de estafa. Se calcula que el total del botín obtenido alcanzaría los 11.600 euros.