Si a falta de pan buenas son tortas, la presencia del Inter de Milan en el próximo Trofeo Ciutat de Palma nos devuelve al todavía reciente sueño de la participación del Mallorca en competiciones europeas. Algunos no hemos podido olvidar que equipos como el Arsenal, con sus Henry, Lauren, Vieira o el Ajax, o el Mónaco de Barthez, Márquez, Trezeguet, Gallardo y Giuly, no solamente pisaron el cesped de Son Moix, sino que fueron brillantemente vencidos.

Un amistoso, aunque sirva como escenario para la presentación de la plantilla local y aunque luzca el escudo municipal, no es lo mismo, pero la oportunidad de ver en el Ono Estadi, hay que ver lo rápido que se recicla uno, a la escuadra azul y negra con todas sus rutilantes estrellas y, encima, el morbo de Materazzi, es un órdago al espectáculo.

Si no podemos ir a Europa, la traeremos aquí, hasta el estadio mallorquinista. Bueno, no es mala fórmula y hasta nos conformaremos con ella siempre y cuando los nueve meses siguientes no sean otro parto, como la propia duración de la liga indica.

Ya empiezo a pensar en el encuentro, igual que uno vive durante semanas un viaje de placer antes de efectuarlo. El cartel genera ilusión, con independencia de cómo resulte la corrida. Luego, si a alguien le gusta la pimienta, que introduzca un plano de Cúper sentado en la grada. Por cierto, míster, enhorabuena por la placa.