La denuncia de 2022 en la hospedería de Lluc de 2022 fue por ruidos que no dejaban dormir a un huésped

Su queja llegó al departamento de Turismo del Consell y el servicio de inspección fue al santuario

El PP pide que comparezca Catalina Cladera para que explique "por qué miró a otro lado"

Turistas en el santuario de Lluc, en Escorca.

Turistas en el santuario de Lluc, en Escorca. / DM

Redacción

El miércoles, cuando el conseller insular de Turismo, José Marcial Rodríguez, compareció ante los periodistas para dar explicaciones sobre el expediente que ha abierto su departamento contra el santuario de Lluc por explotar la hospedería como hotel y apartamentos de alquiler vacacional sin permisos, deslizó que 2022 ya había habido una denuncia objeto de inspección por el Consell de Mallorca. Cuestionó que con el anterior equipo de gobierno, con Catalina Cladera al frente, la denuncia no prosperó porque los socialistas "no actuaron". Aquel caso tuvo que ver con ruidos que molestaban para dormir.

En realidad, Rodríguez no aclaro casi nada en su comparecencia, dejando las preguntas sin respuestas, más allá de confirmar que se había incoado un expediente sancionador contra la hospedería, pero llamó la atención con esa denuncia de 2022 a la que aludió con la que se parecía dar a entender que era un antecedente a lo que ahora se investiga desde Ordenación turística por las irregularidades en la explotación turística de Lluc.

Pues bien, aquello nada tuvo que ver con permisos ni licencias de actividad ni tampoco declaraciones responsables. Los inspectores acudieron a Lluc porque un huésped se quejó por los ruidos que no le dejaban descansar en la hospedería. Esta reclamación es recurrente en las reseñas que dejan los clientes en Booking: paredes a través de las que se oye todo, colchones o almohadas que podrían mejorarse... Quizás pasan por alto que están en un alojamiento religioso con mucha historia tras de sí. También se quejan de que pagan casi precio de hotel. La maravilla del emplazamiento en Escorca nadie la cuestiona.

Comprobaciones 'in situ'

En agosto de 2022 un cliente presentó una denuncia por ruidos. «Se quejaba de que no podía dormir», explica el Departamento de Turismo. La denuncia llegó hasta sus dependencias. El servicio de inspección fue a "hacer comprobaciones". Nueve meses después, en mayo de 2023 el caso se cerró por acuerdo entre las partes y el cliente retiró la denuncia, recoge el informe final de inspección.

Puede llamar la atención que los inspectores ya que fueron hasta Lluc a investigar los ruidos no verificaran que el alojamiento contaba con los permisos y licencias pertinentes para la actividad turística. Y también que las críticas de Rodríguez en lugar de a la diligencia de los técnicos se dirigieran al equipo de gobierno socialista, que, probablemente, no tuvo conocimiento de esta actuación en la hospedería. El exconseller Andreu Serra salió al paso de las "insinuaciones" del popular Rodríguez sobre que hubiera "dejado en un cajón" aquella denuncia que dijo desconocer. Defendió que "la injerencia política es cero" en la labor de los inspectores. Acusó a su sucesor en Turismo de "lanzar balones fuera" ante un asunto en el que le vio "incómodo" por la sanción muy grave a la que se enfrenta el santuario.

El PP, a la zaga

Con todo el PP no pierde comba. Este jueves reclamaron la comparecencia de Catalina Cladera para que aclare "por qué no actuó ante aquella denuncia" (la de los ruidos que no dejaban dormir) y "miró a otro lado".

El portavoz adjunto del PP en el Cosell, Bernat Vallori, critica que "se ha conocido que en 2022 el Pacto conocía que había irregularidades en el establecimiento y no levantó acta ni hizo las comprobaciones correspondientes". Por ello pedirán explicaciones a Cladera.