La iglesia de Sant Jeroni se llena de fieles para celebrar el futuro del monasterio

La eucaristía celebrada hoy ha contado con los cantos de la soprano Pilar Rosselló, la abogada de las Jerónimas que esta semana ha logrado una segunda victoria judicial

La Audiencia de Palma declara a las monjas propietarias del monasterio de Sant Jeroni, al desestimar el recurso del Obispado de Mallorca

La soprano Pilar Rosselló, abogada de las monjas Jerónimas, canta en la iglesia de Sant Jeroni de Palma.

La soprano Pilar Rosselló, abogada de las monjas Jerónimas, canta en la iglesia de Sant Jeroni de Palma. / D.M.

Redacción

Fervor religioso en la iglesia de Sant Jeroni de Palma. El templo se ha llenado hoy de fieles para celebrar el futuro del monasterio de Santa Elisabeth, en Ciutat, días después de que la Audiencia de Palma diera la razón a las monjas Jerónimas por segunda vez al considerar que ellas son las legítimas propietarias del convento de Sant Jeroni. Se trata de la segunda sentencia a su favor. El último fallo judicial desestima el recurso del Obispado de Mallorca y ratifica que el monasterio de Palma pertenece a las religiosas.

Hoy al mediodía lo han celebrado con una eucaristía en la que no han faltado los cantos de la soprano Pilar Rosselló, quien además es la abogada de la congregación y la que ha logrado una segunda victoria en los tribunales civiles.

Concurrida misa

La ceremonia religiosa ha tenido lugar en la iglesia de Sant Jeroni de Palma, ubicada en el barrio de sa Calatrava, y ha estado presidida por Enrique Trigueros Castillo, asistente religioso de la Federación de Monasterios de Monjas Jerónimas de Santa Paula.

La misa, que ha contado con numerosos asistentes, ha servido para unir las oraciones de los fieles por el devenir del convento, la vida consagrada y la Iglesia.

El pasado viernes las Jerónimas convocaron una rueda de prensa en la que descartaron que el monasterio de Sant Jeroni se convierta en un hotel y expresaron su deseo de que el edificio albergue, además del área religiosa, un centro cultural y de enseñanza. Las religiosas también han pedido al Vaticano que medie para cerrar diez años de pleitos y "de sufrimiento" y que el conflicto por la propiedad del convento no llegue al Tribunal Supremo.