Conflicto religioso

Los jesuitas no convencen a los exalumnos de Montesión

La asociación de antiguos estudiantes denuncia que la orden recurre a la confidencialidad para no explicar la operación

La asociación defiende la movilización de los antiguos alumnos de Montesión.

La asociación defiende la movilización de los antiguos alumnos de Montesión. / DM

La asociación de antiguos alumnos de Montesión ha vuelto a cargar contra la Compañía de Jesús por su decisión de que los jesuitas, que han estado presentes en Mallorca durante los últimos cinco siglos, abandonen la isla. Los estudiantes han vuelto a escribir una nueva carta, muy dura en su contenido, que contiene críticas muy contundentes contra los representantes de la Compañía de Jesús, que han decidido que los veteranos jesuitas deben marcharse de la isla, a la vez que han cedido el antiguo edificio de Montesión a un empresario privado para convertirlo en un geriátrico.

A los antiguos alumnos no les convence que los responsables de la orden religiosa se escondan detrás de las cláusulas confidenciales para evitar explicar públicamente los detalles económicos de esta operación de cesión del edificio de Montesión.

En la carta dedican duras críticas al portavoz de la Compañía de Jesús, el religioso Abel Toraño, que públicamente intentó justificar la operación de cesión del edificio a un empresario privado, pese a que ello suponga que los diez sacerdotes jesuitas se tengan que marchar de Mallorca.

Los estudiantes se quejan de que la orden religiosa no acepte las críticas, pero recuerdan que ello forma parte de las enseñanzas que recibieron en Montesión. Asimismo, también se cuestiona que la asociación se movilice a través de una protesta pública, a la que asistieron cerca de 400 personas que están en contra de que la orden jesuita abandone Mallorca.

Los estudiantes defienden que, si bien registralmente el viejo edificio de Montesión no les pertenece, ellos poseen un derecho inmaterial sobre esta propiedad al haber pasado tantos años y formar parte de la historia de la Compañía de Jesús durante 464 años. Recuerdan en la misiva, que ha redactado y ha firmado el presidente, el abogado César García, que los hechos han venido a darles la razón, por cuanto habían anunciado que el viejo colegio de Montesión se iba a cerrar y que los diez religiosos tendrían que irse de Mallorca. Al mismo tiempo, también han denunciado que detrás de esta cesión se esconde un «proyecto inmobiliario especulativo».

Otro de los temas sobre los que los alumnos se muestran muy preocupados es sobre la figura de los restos de San Alonso, que serán sacados de la iglesia de Montesión, para ser trasladados a la catedral de Palma. La asociación está dispuesta a organizar una cadena humana, si fuera necesario, para evitar que estos restos salgan de la iglesia, pues temen que no regresarán jamás. Recuerda la carta que dichos urgentes precisan de manera urgente ser sometidos a un proceso de restauración, aunque los jesuitas se oponen a ello.

Los antiguos alumnos exigen la intervención urgente de la Comisión de Patrimonio del Consell de Mallorca para que se encargue de la protección de Montesión, a la vez que vigile el futuro de los restos del santo San Alonso.

Dicha asociación se opone al traslado a la catedral de dichos restos y ponen en duda la afirmación del portavoz jesuita, que aseguró que una vez que terminen las obras de reforma de la iglesia, regresarán de nuevo a Montesión. El presidente de la asociación, sobre este asunto, sostiene que el portavoz de la Compañía de Jesús en ningún momento ha mostrado su compromiso social de que dichos restos regresen a su lugar habitual.

La misiva también dedica algunos párrafos muy duros al presidente de los religiosos de Mallorca, el franciscano Manuel Romero.