Un testigo de la colisión de un todoterreno contra una heladería en Portocolom: “El coche se empotró adrede, no estaban dormidos ni borrachos”

Un testigo del choque de un vehículo contra un local en Portocolom afirma durante el juicio por el caso Playas que uno de los ocupantes dijo al conductor “acelera” y el coche fue directo al local

Varios de los acusados, durante el juicio por el caso Playas en la Audiencia de Palma.

Varios de los acusados, durante el juicio por el caso Playas en la Audiencia de Palma. / Guillem Bosch

B. Palau

B. Palau

 “Claro que el coche se empotró adrede, no estaban dormidos ni borrachos”, destacó ayer un testigo de la colisión de un todoterreno contra una heladería de Portocolom la madrugada del 24 de julio de 2014. El hombre recordó que uno de los ocupantes del todoterreno dijo al conductor “acelera” y el vehículo aceleró hasta impactar contra la terraza del local. “Pensé ‘dónde van esos locos’”, manifestó el testigo durante la octava sesión del juicio del caso Playas por presunta corrupción que se celebra en la Audiencia de Palma.

El tribunal de la sección segunda juzga desde hace varias semanas el supuesto amaño del concurso para la concesión de la explotación de los arenales de Felanitx de 2014 que presuntamente benefició a un empresario y por el que se sientan en el banquillo de los acusados el exalcalde de Felanitx Biel Tauler (PP), el entonces concejal de playas Juan Ramón Vidal Ferrer, el empresario que ganó el concurso Miguel Adrover y otros cuatro sospechosos. Entre ellos, figura un trabajador de Adrover, que estrelló un todoterreno contra la heladería de un competidor que perdió la concesión de las playas e interpuso múltiples denuncias. El conductor encausado alegó en la vista oral que el choque fue fortuito porque se desvaneció al volante.

Sin embargo, este hecho fue rechazado tanto por el instructor de la Guardia Civil como por un testigo de la colisión que ayer confirmó que momentos antes del suceso se percató de que el vehículo estaba aparcado a unos 150 metros del establecimiento. “Yo paseaba a mi perra por la noche. Se acercó a un Land Rover y yo la llamé para que no molestara a la gente. Había dos o tres personas dentro del Land Rover hablando. Eran las doce o las doce y media de la noche. Continué el camino y me giré. El coche se puso en marcha y aceleró mucho. Pensé ‘qué hacen estos, están locos’. Aceleró hacia el local”, detalló el vecino de Portocolom. “Uno de los ocupantes dijo al otro ‘ponlo en marcha’. Aceleró y pegó contra la heladería. El Land Rover se empotró y pegó en un pino. Luego, intentaron dar marcha atrás pero no pudieron, estaban empotrados. El motor hacía mucho ruido”, añadió el testigo. Según su versión, comunicó a los policías locales que se desplazaron que había presenciado el choque y les dio sus datos. “No me llamó ni la Policía Local ni la Guardia Civil”, aclaró.

Empotrado contra el toldo

El hijo del dueño del local siniestrado recordó que 20 minutos después de haber cerrado la heladería le llamaron por teléfono para comunicarle el accidente en la terraza del negocio. “Llegué en dos minutos. Me encontré un Jeep empotrado contra el toldo de la terraza. Las ruedas resbalaban, intentaban salir de allí, pero no podían por el toldo”, subrayó el joven.

“Dos días antes, mi padre recibió una llamada de un funcionario de Costas que le avisó de que fuéramos con cuidado. El hombre había estado en una inspección en Cala Marçal tras una denuncia de mi padre y le dijo que el encargado estaba un poco agresivo”, señaló el testigo ante la sala.

“El todoterreno intentaba salir pero no podía porque le había caído el toldo encima. Vi a los trabajadores de Cala Marçal y les dije ‘de verdad hay que llegar hasta aquí’. Yo estaba muy nervioso. Su actitud era desafiante. Encima me quieren echar abajo mi negocio. La suerte es que se quedaron allí atrapados”, reconoció el hijo del propietario.

“Ellos me estaban como vacilando. Por eso saqué el móvil e hice una foto, me pareció surrealista. Yo les recriminé y ellos se me encararon porque no había nadie al principio. No me dieron ninguna explicación. Su actitud fue desafiante, pero a los tres minutos cambió cuando llamé a la Policía. Entonces dijeron que si se había desvanecido o dormido. Al principio, no estaba mareado el conductor, pero luego se hizo el mareado al llegar la Policía”, aseguró el testigo. Según mantuvo, “todo el mundo en Portocolom sabía toda la historia que había detrás del concurso de las playas”.

Funcionaria del Ayuntamiento

Por otro lado, una funcionaria del ayuntamiento de Felanitx admitió ayer que en 2013 el entonces concejal de playas les presentó un asesor externo y les dijo que él iba a redactar los pliegos del concurso de las playas. La trabajadora dijo que no recordaba si con anterioridad a ese año se había contratado a alguien para esa tarea. La testigo no pudo aportar muchos detalles, ya que casi siempre sus respuestas fueron “no lo recuerdo”, como muchos otros funcionarios del municipio que han declarado en este juicio. La mujer reconoció que tenía constancia de las denuncias que se habían interpuesto contra la empresa ganadora del concurso por incumplimientos. “El Ayuntamiento hacía un seguimiento”, confirmó. En cambio, otros testigos en días anteriores criticaron que no había supervisión por parte de la Administración. La vista oral por el caso Playas prosigue la semana que viene.

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