ESCÁNDALO INSTITUCIONAL

Prohens rechaza los votos de la izquierda para expulsar a Le Senne

La presidenta del Govern asegura que «nunca se puede faltar al respeto a las personas que ya no están, especialmente si son víctimas y personas asesinadas», aunque mantiene su apoyo al dirigente de Vox

El portavoz del PSIB, Iago Negueruela, presente en la Cámara después de que los diputados de la izquierda abandonaran sus escaños. | G.BOSCH

El portavoz del PSIB, Iago Negueruela, presente en la Cámara después de que los diputados de la izquierda abandonaran sus escaños. | G.BOSCH

La presidenta del Govern, Marga Prohens, mantendrá a Gabriel Le Senne al frente del Parlament balear pese a su comportamiento agresivo al destrozar la fotografía de Aurora Picornell y otras dos Roges del Molinar, todas ellas ejecutadas por falangistas, en el pleno celebrado el pasado martes en la Cámara balear. La dirigente autonómica rechazó ayer los apoyos que le ofreció la izquierda para expulsar al diputado de Vox y blinda a Le Senne para evitar que una crisis con Vox pudiera afectar a su Govern, si bien la presidenta utilizó los primeros minutos de su intervención parlamentaria para afearle su actitud: «Nunca se puede faltar al respeto a las personas que ya no están, especialmente si son víctimas y personas asesinadas, objeto de hechos que nunca tendrían que haber sucedido».

Prohens se limitó a expresar su «rechazo y pesar» como presidenta por los hechos sucedidos y asegura que «todos tenemos que saber estar a la altura del cargo y de la responsabilidad» y, sobre todo, «saber preservar siempre las formas por respeto» a las instituciones y ciudadanos: «Hay líneas de respeto y convivencia que no se pueden traspasar».

La líder del PP pronunció estas palabras al inicio del pleno mientras se escuchaban los gritos de los manifestantes que se reunían a las puertas de la institución y los diputados de la oposición abandonaban la Cámara después de que el Partido Popular decidiera proteger al presidente del Parlament. La sesión parlamentaria que cerraba el primer periodo de sesiones desde que Prohens llegó al poder se vivió con una tensión inaudita. El silencio se adueñaba de la sala en cada alocución mientras los diputados y periodistas seguían in situ una jornada que pasará a la historia del Parlament. Si bien la Cámara ha vivido anteriormente momentos de nerviosismo, reproches duros e incluso críticas descarnadas, la jornada de este jueves estuvo marcada por el mutismo cuando la tendencia habitual es interrumpir constantemente a quien habla desde el atril. Antes de comenzar, la líder del PP había ordenado contención y serenidad a los suyos, consciente de que no podía permitir que el pleno se desbocara. Un pleno, además, que se presentaba como el gran día de la presidenta del Govern por la relevancia que ha tenido en las últimas semanas la Mesa contra la masificación turística y quedó totalmente eclipsado por el debate sobre la legitimidad de Le Senne para seguir en el cargo.

El primero en intervenir por parte de la oposición fue el portavoz del PSIB-PSOE, Iago Negueruela, quien se mostró muy crítico con la presidenta al considerar que su discurso estaba «absolutamente fuera de lugar» al centrarse más en la cuestión turística que en el comportamiento de Le Senne: «Ha justificado lo injustificable y ha tomado partido con los ultras».

Negueruela lamentó que Prohens «se apoye» en Vox para seguir al frente del Govern y consideró que tiene «un problema enorme» para hablar de dialogo después de decidir que no le hará dimitir pese a la gravedad de los hechos: «Aquí no se ha respetado a las víctimas cuando muchísimas personas le dicen que Le Senne no puede seguir como presidente porque los ultras no pueden copar las instituciones, avergonzando a nuestro pueblo y siendo el bochorno de todo el Estado».

Denunció que el Partido Popular está comenzando a coger una deriva «muy peligrosa» al mantener su apoyo a la ultraderecha y ofreció su apoyo para «expulsar a los ultras» durante toda la legislatura: «Vuelven a sangrar las heridas cuando ya se estaban cerrando».

Por su parte el portavoz de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, censuró que la presidenta decidiera hablar sobre turismo «obviando el momento político que estamos viviendo» y rechazó las criticas de la líder del PP porque «no basta», sobre todo después de que «nunca haya pasado nada parecido en el Parlament». Lamentó además que Prohens «no entiende» la importancia de lo ocurrido: «Está en juego la calidad de nuestra democracia y de nuestras instituciones por la enorme gravedad de lo que pasó, comenzando por que se considere que Aurora Picornell y las Roges del Molinar son elementos de confrontación».

Apesteguia reiteró que la actitud de Le Senne es «enormemente grave e injustificable» y sienta un precedente peligroso: «Si las personas asesinadas por el fascismo suponen una confrontación partidista, ¿en que lado nos situamos?» En este sentido, insistió en que todas las víctimas merecen memoria, verdad y justicia, aunque reivindicó que «no podemos olvidar que algunas también requieren reparación porque han sido olvidadas durante 70 años», como es el caso de Picornell: «Nunca consideraremos que ninguna víctima es símbolo de discordia, porque es un inmenso problema que una víctima suponga la ruptura de la neutralidad».