El Pla reduce la presión del agua por el «alarmante» aumento del consumo

Porreres y Algaida ya han aplicado esta medida y otros están a punto de hacerlo por el preocupante descenso de las reservas. La Mancomunitat pide que no se consuman más de 150 litros por persona al día

La falta de agua en las reservas ha obligado a reducir la presión en algunos municipios.

La falta de agua en las reservas ha obligado a reducir la presión en algunos municipios. / J.Pons

Joan Frau

Joan Frau

Los pueblos del Pla han entrado en una situación límite por el preocupante descenso de las reservas de agua. De hecho, dos municipios que forman parte de la Mancomunitat del Pla, Porreres y Algaida, ya han reducido la presión del agua de la red municipal ante el «alarmante» aumento del consumo de líquido que se ha detectado en las últimas semanas y que ha dejado a los acuíferos de la comarca bajo mínimos, cuando todavía queda todo el verano por delante

Otros municipios de la comarca están a punto de hacer lo mismo, mientras que desde la Mancomunitat, la entidad que gestiona el abastecimiento de agua potable en 11 de los 14 municipios integrados, se ha entregado un bando adaptado a la realidad de cada una de las localidades en el que, de momento, se aconseja a los residentes de esta comarca del interior de Mallorca que no superen un consumo de 150 litros por persona y día, además de instar a los vecinos y vecinas a no llenar piscinas, no limpiar coches o terrazas y no regar jardines, entre otras medidas que, por ahora, no pasarán de ser una recomendación. La evolución de la disponibilidad de líquido marcará la adopción de medidas más contundentes en las próximas semanas. La situación no invita al optimismo. Algunos municipios como Lloret ya han publicado el bando en las redes sociales. Montuïri, por su parte, recomienda hacer uso de cisternas o aljibes después de que en los últimos días haya bajado mucho el nivel de las reservas. En su caso, no puede aplicarse una reducción de la presión porque, al ser un pueblo con grandes desniveles, el agua no llegaría a la parte alta.

En el caso de Porreres y Algaida, la reducción de la presión del agua se inició el pasado 22 de junio. En el primer caso, el Ayuntamiento informó que los depósitos municipales están actualmente al 51 por ciento de su capacidad debido al «alarmante uso del agua», por lo que se ha decidido reducir la presión «para garantizar el suministro de agua y evitar situaciones de desabastecimiento». Al mismo tiempo, se hacen una serie de recomendaciones «urgentes» como reducir el tiempo de la ducha y evitar bañeras llenas, utilizar el lavavajillas sólo cuando esté lleno, no dejar los grifos abiertos mientras se usa el lavabo, reparar inmediatamente los grifos que tengan fugas, regar las plantas durante las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde para minimizar la evaporación y no llenar las piscinas con agua de la red, ya sean de obra o de plástico. La decisión seguirá vigente «hasta nuevo aviso».

En el caso de Algaida, la situación es todavía más alarmante porque el nivel de las reservas es del 49%.

Otros municipios del Pla, como Sineu, tienen más reservas de agua para cubrir las necesidades de la población, si bien el líquido no es potable desde hace muchos años. El alcalde Tomeu Mulet asegura que, en caso de tener que reducir la presión, se haría por las noches.

La presidenta de la Mancomunitat del Pla, Joana Maria Pascual, explica que todas estas medidas que se han puesto en marcha o están a punto de aplicarse han sido recomendadas desde un punto de vista técnico por la empresa Hidrobal, concesionaria del servicio en el Pla. 

En la Mancomunidad, las alarmas se dispararon poco después de los primeros episodios de lluvia de barro. «La gente empezó a limpiar todo lo que había quedado sucio, y en algunos municipio los pozos ya no aportaban el caudal suficiente», apunta Pascual. Este fenómeno se sumó a la tendencia que se produce cada año a principios de verano, cuando el consumo de agua se incrementa de manera espectacular debido al llenado de piscinas o a la actividad del turismo vacacional, entre otros factores que contribuyen a reducir las reservas de forma preocupante.

La Mancomunitat no descarta adoptar medidas «más contundentes» en un futuro próximo, aunque de momento no se valora la posibilidad de cortar el suministro del todo. «La empresa concesionaria desaconseja aplicar cortes de agua porque después cuesta mucho volver a llenar las tuberías», indica la presidenta de la entidad. «Pero si no queda más remedio, tendremos que hacerlo», concluye. La entidad ya aprobó un plan de sequía que contempla cortes si las reservas se sitúan por debajo del 30%.