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Problemática del agua en Mallorca: pulso entre presiones divergentes

Una persona llena un vaso de agua de un grifo en una imagen de archivo

Una persona llena un vaso de agua de un grifo en una imagen de archivo / EP

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Presión es la palabra. Un único término ambivalente, usado en sus dos versiones opuestas, sirve para describir la incorporación de las poblaciones del Pla a la problemática general de la carencia de agua que ya tiene serias dificultades de fluidez en crecientes puntos de Mallorca. Los municipios del interior de la isla se han ido incorporando tarde, y en muchos casos mal, a los avances en servicios y tecnologías públicas. En cambio, las deficiencias de las infraestructuras colectivas les llegan rápido. A los pobres siempre les pasa lo mismo.

Algaida y Porreres han sido los primeros lugares en los que la incompatibilidad entre la alta demanda y la reducción de las reservas han obligado a bajar la presión de la red de abastecimiento de agua. Otros pueblos están en capilla. Se pide moderación del consumo a los vecinos. Los ayuntamientos recomiendan recuperar las viejas usanzas, volver al pozo y a la cisterna que ya no existen, poner a régimen la ducha, castigar el baño en la piscina cuando es utópico recuperar el chapuzón furtivo en el estanque agrícola. Son imposibles limitados a la pura teoría porque los pueblos de Mallorca han establecido para sí los usos y costumbres, no solo urbanos, también de ocio residencial, en cuanto a consumo masivo de agua. Un encontronazo en toda regla entre la presión de la demanda y la falta de presión del servicio.

Abunda aún un último problema de presión. Es el de la baja presión que han demostrado practicar las administraciones a la hora de gestionar el servicio y que se concreta en exceso de pérdidas en la red, falta de didáctica, carencia de previsión y, entre otras cosas, campo libre a un alquiler vacacional que ni se enterará ni aplicará ninguna de las necesarias medidas que ahora se recomiendan con esmero. No toda la responsabilidad es del consumidor.

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