Opinión

¿Dónde está Aurora?

En el contexto de la solidaridad y el compañerismo y de los inminentes cambios en el apartado de la justicia social y de los derechos de la mujer, Aurora bajaba la calle Oms liderando el piquete informativo ante la huelga general. Oms estaba llena de talleres de chicas jóvenes, y muy jóvenes, como mi àvia Margot que agradecían tener a alguien tan espabilada y lanzada como Aurora. Al mismo tiempo, en Sant Miquel, en una fábrica o almacén a la salida del trabajo, los viernes, entre todos iban poniendo una parte de su sueldo en un sobre para ayudar al compañero enfermo de cáncer. Casi sin convenir nada, como una cosa natural y una tendencia en aumento. Una conducta que empezaba a inquietar mucho a cierta patronal por ser cada vez más mayoritaria. El divide y vencerás saltaba por los aires. La nieta del alcalde fusilado lo repetía hace años, Carmeta Cano Darder, decía que era muy necesario otro Frente Popular que aglutinase a los antifascistas porque los fascistas siguen aquí. O la gente se junta o no hay nada que hacer y la derecha neofascista conoce muy bien la división de la izquierda e incluso la división entre las amigas y amigos de la llamada Memória Histórica. Sí, conocen esa debilidad aunque el silencio lo quiera tapar todo. El silencio no es bueno y una parte de la izquierda de este país ha formado parte del sistema franquista, y así nos ha ido.

Ayer Le Senne era un ilustre apellido de una buenísima historiadora local, todo un referente. Hoy este apellido se va haciendo famoso un día tras otro avergonzando a cierta derecha no tan iliberal. Pero bueno, sin la profunda división de la izquierda o las izquierdas, todo esto no sería posible. Estos personajes tan lúgubres y siniestros llegaron al poder por las ganas de dormir de muchas y muchos que no fueron a votar. Sí, fue así, y en las generales, en Mallorca la derecha ya no sumaba la misma mayoría. Conocen la profunda división e incluso la politización de la Memoria Histórica, una lucha que no debiera llevar siglas y mucho menos tantos protagonismos encontrados.

La imagen icónica de Aurora en manos de este pobre hombre rompiendo su foto sigue creciendo, la impotencia ante tan enorme figura es lo que hace perder la compostura a la segunda autoridad en las islas encarnada en personajes que han tenido, durante años, impunidad para ofender a nuestras muertas y muertos. Ése es el problema. Una parte importante de la progresía que hay se espanta con esta derecha, durante años censuró a las personas que intentaban denunciar los crímenes franquistas y dar un poco de luz a tanta tiniebla. El esfuerzo de tanta gente dentro y fuera de Memòria Democràtica de Mallorca hizo posible lo imposible en lo transversal. Incluso llegando a encontrar los cuerpos de estas chicas abandonadas que dieron su vida por la libertad como mejor supieron. Personalmente que un fascista rompa una foto de una mujer-símbolo de libertad entra totalmente dentro de la lógica en un contexto actual de nueva alineación de la internacional fascista. Para servidor es mucho más preocupante que mientras la involución y la infamia vuelven a ganar terreno, en el contexto de personas indignas que maltratan nuestras instituciones democráticas, la izquierda se divide, las izquierdas se discuten y se van tirando tierra y ni se han ido preocupando de enterrar a Aurora y a las otras chicas cuando estaban en el poder y parece ser que siguen esperando en Bon Sosec a que alguien acabe dignamente lo empezado y se las pueda dar un lugar adecuado a su grandeza y un descanso justo con unas garantías que con este panorama tan mediocre no hagan peligrar su integridad.

Si el presidente del Parlament de les Illes Balears se atreve con esas, ¿qué pretensiones van a tener con los dignísimos cuerpos que yacen encontrados pero todavía no descansan en el lugar adecuado? Menos protagonismo. Más unión y más democracia antifascista. Aurora Picornell engrandece su fama en manos de los mediocres, pero sigamos atentos. Salut i pau.